TEXTOS BREVES
LLUVIA DE VIEJITAS
Una viejita se cayó por una ventana porque era demasiado
curiosa. Se cayó y se rompió en pedazos.
Otra viejita se asomó a la ventana y miró a la que se
había roto en pedazos, pero como era demasiado curiosa también se cayó por la
ventana, se cayó y se rompió en pedazos.
Luego una tercera
viejita se cayó por la ventana, y una cuarta, y una quinta.
Cuando la sexta viejita se cayó por la ventana yo me
aburrí de mirarlas y me fui al mercado Maltsevsky, donde decían que le habían
regalado una bufanda tejida a un ciego.
AGENDA AZUL N 10
Había una vez un pelirrojo que no tenía ojos ni orejas.
Tampoco tenía pelo, de modo que llamarlo pelirrojo era solo una forma de decir.
No podía hablar, porque no tenía boca. Tampoco tenía
nariz.
Ni siquiera tenía brazos o piernas. No tenía estómago, ni
espalda, ni espina dorsal, y tampoco tenía otras entrañas. No tenía nada. De
modo que es difícil entender de quién estamos hablando.
Será mejor entonces que no hablemos más de él.
LAS COSAS
Orlov comió muchos frijoles fritos y murió. Y cuando
Krylov vio a Orlov muerto, también murió. Pero Spridolov murió sin razón
alguna. La esposa de Spridolov se cayó
en la cocina y también murió. Pero los hijos de Spridolov se ahogaron en un
estanque. Mientras tanto, la abuela de Spridolov se volvió alcohólica y se fue
de vagabunda. Pero Mikhailov dejó de peinarse y se enfermó. Kruglov le dio un
latigazo a una dama y enloqueció, Perehvostov compró un alhambre por 400 rublos
y se sintió tan deprimido que le prendieron fuego.
Las personas buenas no están aptas para tener una
posición segura en la vida.
UN SUEÑO
Kalugin se quedó dormido y tuvo un sueño. Estaba sentado
entre unos arbustos y un militar pasaba frente a estos. Kalugin se despertó, se
rascó la boca, volvió a dormirse y tuvo otro sueño. Pasaba frente a unos
arbustos, y entre los arbustos estaba sentado y oculto un militar. Kalugin se
despertó, puso un diario bajo su cabeza para no humedecer la almohada con su
baba y volvió a dormirse y a soñar. Estaba ahora sentado entre unos arbustos y
un militar pasaba frente a estos. Kalugin se despertó y acomodó el diario, se
durmió y volvió a soñar. Pasaba frente a unos arbustos, y en los arbustos
estaba sentado un militar. A esa altura Kalugin se despertó y decidió no seguir
durmiendo, pero en seguida se durmió y tuvo un sueño. Estaba sentado detrás de
un militar y pasaban caminando unos arbustos. Kalugin gritó y cambió de
posición en la cama, pero ya no pudo despertarse. Entonces durmió cuatro días y
cuatro noches sin interrupción, y al quinto día se despertó tan flaco que tuvo
que atarse las botas a sus pies para que no se le cayeran. En la panadería
donde siempre compraba pan de trigo no lo reconocieron y le dieron pan con
mezcla de centeno. La Comisión Sanitaria inspeccionó el edificio, encontró allí
a Kalugin, lo declaró insalubre e inservible y ordenó a la cooperativa del
edificio que lo arrojara a la basura. Así fue que plegaron a Kalugin en dos y
lo arrojaron junto con los desperdicios.~
UNA ILUSIÓN ÓPTICA
Semion Semionovich, se puso las gafas, miró hacia un pino
y vió a un hombre sentado sobre el pino enseñándole el puño.
Semion Semionovich, se quitó las gafas, miró al pino y
vió que no había nadie sentado sobre el pino.
Semion Semionovich, se puso las gafas, miró hacia el pino
y vió otra vez a un hombre sentado sobre el pino enseñándole el puño.
Semion Semionovich, se quitó las gafas, miró al pino y
vió otra vez que no había nadie sentado sobre el pino.
Semion Semionovich, se puso las gafas, miró hacia al pino
y vió nuevamente a un hombre sentado sobre el pino enseñándole el puño.
Semion Semionovich, no quiso dar crédito al fenómeno que
había presenciado y consideró que todo era una ilusión óptica.
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